Alteración de precios en concursos y subastas públicas: ¿Tiene consecuencias penales?

Alteración de precios en concursos y subastas públicas: ¿Tiene consecuencias penales?
Lo primero que tenemos que indicar y dejar muy claro es que, la alteración de precios en concursos y subastas públicas es un delito.
Un delito que afecta la transparencia y la libre competencia en este tipo de procesos de concesiones y enajenación de bienes de la administración pública.
Se produce cuando una o varias personas manipulan el precio de un concurso o de los bienes o servicios subastados mediante pactos fraudulentos, amenazas o promesas ilícitas.
En España, este delito está regulado en el artículo 262 del Código Penal, y sus consecuencias pueden incluir penas de prisión de 1 a 3 años, multas y la prohibición de participar en futuras subastas.
¿Qué son los concursos y subastas públicas?
Para entender el delito, primero hay que saber qué son estos dos tipos de procesos públicos:
- El concurso es un proceso judicial en el que se liquidan los bienes de una persona o empresa en situación de insolvencia para pagar a sus acreedores.
- La subasta pública es una venta judicial de bienes a través de un proceso de pujas donde los participantes realizan diferentes ofertas El bien será entregado a quien realice la mayor oferta en durante el tiempo que dure la subasta.
En ambos casos, la alteración de precios perjudica a los compradores legítimos y a la administración pública, que puede recibir un precio menor al que realmente corresponde.
¿Cómo se comete el delito de alteración de precios en concursos y subastas?
El Código Penal español contempla varios tipos de fraude en estos procedimientos. Veamos algunos ejemplos:
Pactar para no participar en la subasta o en el concurso
Si dos o más personas acuerdan que una de ellas no pujará a cambio de dinero u otro beneficio, están alterando el precio del bien subastado. Aunque la Ley de Enjuiciamiento Civil tiene unos límites de adjudicación de bienes, con este sistema se podría adquirir un inmueble, por ejemplo, por un precio excesivamente bajo.
De igual forma sucede si durante el concurso no se presenta nadie en la liquidación de los bienes de la sociedad mercantil o de la persona física.
Ejemplo práctico: Un empresario ofrece 5.000 euros a otros postores para que no participen en la puja por un terreno, asegurándose así de ganarlo a un precio mucho menor.
Intimidar o sobornar a otros postores
Amenazar o dar dinero a los participantes para que se retiren de la subasta o del concurso también es un delito grave.
Ejemplo práctico: Un comprador advierte a otros licitadores que “se atengan a las consecuencias” si siguen pujando por un inmueble concreto en una subasta.
Acordar un precio antes de la subasta
Si varios postores se ponen de acuerdo para no sobrepasar un determinado precio, están manipulando la libre competencia en la subasta o concurso.
Ejemplo práctico: Tres empresas acuerdan no ofertar más de 50.000 euros en la subasta de un contrato público, perjudicando así al organismo que lo subasta. Luego una concreta la adjudicación y las demás quedan subcontratadas por la esta.
Abandonar la subasta tras adjudicarse el bien
Si alguien gana una subasta y luego se retira sin una razón justificada, forzando una nueva subasta, puede estar cometiendo fraude. Es menos común, pero puede suceder en casos muy concretos de pactos entre empresas o socios.
Ejemplo práctico: Un comprador se adjudica un inmueble por 100.000 euros, pero luego renuncia para que su socio pueda comprarlo en una nueva subasta por un precio más bajo.
Consecuencias penales del delito
Si una persona es declarada culpable de alterar precios en concursos o subastas públicas, se enfrenta a las siguientes sanciones:
- Prisión de 1 a 3 años
- Multa de 12 a 24 meses
- Inhabilitación para participar en subastas judiciales de 3 a 5 años
- Si la subasta es pública, también se le prohibirá contratar con la administración durante 3 a 5 años
Además, si una empresa participa en este tipo de prácticas fraudulentas, puede ser condenada con la suspensión de sus actividades o la prohibición de contratar con el sector público hasta 15 años.
¿Cómo evitar caer en este delito?
Si participas en concursos o subastas públicas, ten en cuenta estas recomendaciones para no estar cometiendo un delito sin ni siquiera saberlo:
- No hagas ni aceptes acuerdos para alterar los precios
- No ofrezcas ni aceptes dinero o favores para evitar competencia
- Denuncia cualquier irregularidad ante las autoridades
Alterar los precios tiene graves consecuencias para las empresas
La alteración de precios en concursos y subastas públicas es un delito grave que afecta la transparencia y la libre competencia.
Si bien puede parecer una práctica común en algunos sectores, sus consecuencias penales pueden ser devastadoras para cualquier empresa.
Cumplir con las normas es la mejor manera de garantizar que estos procesos sean justos y equitativos para todos los participantes en estos procesos de enajenación de bienes públicos.
Si tienes dudas sobre cómo participar legalmente en subastas o concursos, consultanos.
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